El sueño solo es la parestesia de la realidad... Las pesadillas, una posesión espiritual de nuestros miedos, la perfecta droga que estimula las culpas terrenales.
Tan solo un juego demente del encéfalo para poseernos, esclavizarnos y al final derrotarnos...
Sueños... son el torrente sanguíneo de la oníria de nuestras pesadillas...
Bienvenidos a este mundo oculto y feroz del que escapamos de día...
Soy impaciente, obsesiva, compulsiva, completamente innestable, callada, hermosamente sencilla, mala amiga, una maldita amante de la escritura y una etterna enamorada de una musa que jamás será mía...